Con 27 años a cuestas, mucha sensibilidad, un corazón tocado por la muerte, el amor y con urgencia de respuestas frente a lo que vive y observa, Natalia Gómez lanza a la calle “Catarsis”, su primer poemario y punto de partida en el sendero de la creación literaria. La obra no guarda parámetros, sale del molde y nos transporta hacia momentos álgidos en medio de muchas interrogantes. Hay un impetuoso reclamo por existir.
POR CARLOS HUAMÁN CHÁVEZ 


“Mi libro es la suma de muchas experiencias vividas, que no han sido muy buenas, de hecho para mi han sido muy malas. No creo que hubiese podido soltar todo y desahogarme si no pudiera escribir. Decidí mostrarlo para entender que no estamos solos, alguna vez me sentí muy sola, para mi es una catarsis”, dice la escritora sobre su obra.

FOTOS: CARLOS HUAMÁN 

La pérdida, la madre como símbolo único, esa conexión especial demarcada desde que llegamos al mundo, constituyen la piedra angular de “Catarsis” (editorial Autómata). Más allá de tener la influencia de un “diario”, algo que le aporta dinamismo a su lectura, los párrafos circundan por distintas emocionalidades, la imaginación se activa, es un viaje en matices de gris. Vale el futuro.