POR CARLOS HUAMÁN 

Luego de haber finalizado la cuarentena en Lima, yo vivo mi propio confinamiento, relegado en mi pequeña y fría habitación, con la soledad que ya es compañera conocida y aliada de mis quehaceres creativos, me enfrento a la vida, a una nueva historia, esta vez, con una nariz roja que posee un lugar de preferencia en mi clóset, un tratamiento VIP en uno de esos cajones que ya guardan recuerdos. He decidido ser un payaso, ya no tengo miedo, no me interesan las lenguas adversas, dinero no hay, hay cariño por el oficio y terapia de por medio para ser feliz riendo. “Clown en Cuarentena”, es el grupo que un puñado de almas libres hemos fundado, en plena pandemia, teatro en la red es el que practicamos y nos vamos a estrenar para las Fiestas Patrias, de este 2020, al que hay que meterle amor como combustible para que nos deje sobrevivir.

En reuniones vía Zoom y con el alma en las manos, llenos de ansiedades y preguntas sin responder, nos juntamos para llevar a cabo el ejercicio de compartir lo vivido en aquel momento, sobre todo porque nuestra ilusión de pararnos sobre el escenario del teatro de la AAA (Asociación de Artistas Aficionados), se vio diluida por el COVID-19. Noches de tertulia, de anidar sueños para un futuro que no tenía (ni tiene) tiempo exacto, se conjugaban mientras gestábamos el mejor juego para poner en práctica.

Luego de algunas bajas en la tarea de formar un proyecto absolutamente online, que nos llevaría a la visibilidad a través de esa suerte de escaparate de la aprobación llamado “redes sociales”, Percy Velarde, como un constructor que encuentra las piezas adecuadas para diseñar un engranaje que soportara los kilos de emociones que llevábamos en cada uno de nosotros, concretó su obra y puso en marcha, a punta de paciencia y una visión extremadamente creativa, el colectivo Clown en Cuarentena, que late como nuestros corazones al jugar en esa ingenuidad que no ha podido ser arrebatada por ningún virus.

Clown en Cuarentena es un proyecto que responde a la realidad del Nuevo Perú, grafica la creatividad y el empuje que nuestra excluyente sociedad se resiste a reconocer en el ciudadano común. Por sus filas, transitan variopintos personajes como la “Zarigüeya” (María Gonzáles), “Emolientito” (Joel Mío), “Yeyé” (Yesenia Medina), “Filantropín”(Ernesto Llanos Argumanis), “Lulú” (Mercedes Martínez), “Tía Veneno” (Lizbeth Camarena), “Chanflito” (David E. Davila V), “Mamá Claun” (Ruth Madeley) y “Tía Carmela” (Carlos Huamán), todos sumergidos en una gran diversión, porque vale más sentirnos nuevamente niños que frustradamente adultos.

A mi me ha tocado ponerme un vestido y creerme una señora de “alta sociedad”, ese ridículo estereotipo limeño del que me burlo todo el tiempo. Pues bien, como la vida da vueltas, mi Clown ha nacido en esa forma, obligándome a romper todo tipo de prejuicios de mi propia naturaleza masculina y enseñándome a ser libre. Hoy, que ya pasé la barrera de los 40s y que confirmo que las poses y caretas de persona “correcta” es, sin duda, una pérdida de tiempo, he vuelto a nacer para enfrentar un nuevo futuro, está vez para ya no postergar nada y vivir plenamente mi propia verdad. Esta obra es dirigida por el valioso Percy Velarde ¡Arriba el telón!