Por CARLOS HUAMÁN 

Un buen día me enteré que existía la palabra “Coronavirus”. Mis planes y deseos se vieron confinados a mi pequeña habitación de cara al monitor de mi PC. En medio de la incertidumbre y, apoyado en mi lucha diaria por no rendirme ante la fatalidad, me hice la pregunta: ¿Cómo vamos a enfrentar el futuro los que vivimos de la música? Sin duda, la interrogante es muy amplia y difícil de responder, pero bueno, la vida se trata de cuestionarse, de buscar siempre la luz al final del camino. En medio de la monotonía, mi ansiedad y, nuevamente, entre mi lucha por no darme por vencido ante la crisis y gracias a nuestra tecnología de cada día, vía WhatsApp empecé a charlar con músicos y managers de la industria musical de países como Chile, Argentina, México y España, para que me ayudaran a resolver el acertijo. 

Sin duda, el sector del entretenimiento y en especial el de la música, ha quedado completamente paralizado, nuestros proyectos han terminado en la nada, muchos músicos han tenido que cancelar conciertos y toda la cadena productiva del sector ha sufrido un gran sacudón sumergiéndonos en la más grande incertidumbre de nuestras vidas. Pero, ¿qué hacer?, ¿qué mecanismos se tendrán que aplicar para recuperar el tiempo perdido y el trabajo no realizado? Ante ello, me he permitido ensayar algunas teorías, quizá basadas en mi óptica personal, en el feedback obtenido y en los años que tengo de transito por la escena musical.

Creo que el punto de partida para buscar salir a flote luego de estos embates producidos por el Coronovirus, debe ser ordenar la casa; formalizar el sector, ya que existe, precisamente, mucha informalidad en los músicos y a través de políticas de Estado se debe incentivar a que los artistas de la música se conviertan en empresas, a su vez, que todos ingresen a las sociedad de derechos como UNIMPRO, APDAYC y SONIEM, algo que, en el caso de cierto sector del Rock Peruano, todavía tiene anticuerpos.

Es importante también capacitar a los músicos en aspectos legales y sobre todo que accedan a toda la información con respecto a “Derechos de autor y compositor”, “Derechos fonográficos”, “Derechos de intérpretes, artistas y ejecutantes” y “Derechos editoriales”. En este punto, es fundamental el apoyo del Gobierno para que estas entidades puedan recaudar los derechos a empresas que no quieran pagar. Asimismo, promulgar una ley que obligue a las radios y los medios a promover artistas peruanos de todos los géneros por lo menos en el 50% de su programación y, aunque suena mal decir “obligar”, en términos prácticos si en el Perú no se impone las leyes nadie hace caso, esa es nuestra realidad.

Esto puede hacer que los artistas crezcan en difusión, puedan tener acceso a mayores regalías por sus canciones y puedan vender el uso de las mismas para publicidad, series de TV, Cine, entre otros que, a través de los “Derechos de sincronización”, obtengan buena rentabilidad, ya que en la primera etapa post Coronavirus no habrán shows, algo que creo se va ir reactivando progresivamente, pero que tiene por lo menos para todo el 2020. A todo esto, es importante también que las Sociedades de Gestión Colectiva, puedan tener injerencia en el entorno digital, algo que es materia de revisión. Es decir, que podamos tener la seguridad de que las plataformas digitales están cumpliendo con el pago respectivo.

Algo que queda muy claro, para luego de la pandemia, es que el mundo realmente se va a globalizar y lo digital explotará en el Perú, esto puede significar que el streaming crecería considerablemente y que se convertiría en la “Nueva trinchera” de los músicos para generar recursos, pero, esto deberá ir acompañado de un nuevo enfoque en los artistas, llevándolos de alguna manera a elevar sus estándares de calidad, agilizando su capacidad de producción y exigiéndose más en los contenidos. Este es uno de los puntos que voy a tratar el 10 de abril en mi taller online “El futuro digital de la música en Perú y Latinoamérica”, vía Joinnus.

Pero todo esto también tiene que ir acompañado de una mejor actitud de los músicos, para que entre todos podamos generar sinergias de cooperación, dejando de lado un poco el individualismo ya que en esta coyuntura, solo la unión hará la fuerza. Es una regla importante clarificar la estructura del negocio musical en nuestro país, de tal manera que podamos realmente obtener vías de desarrollo que sean sostenibles a través del tiempo. La lucha será sin cuartel.

Bonus track:

Me parece que referente a los shows internacionales. Se debe eliminar el llamado “Impuesto a los no domiciliados”, pero deberá ser una obligación de los empresarios pagar una nomina estándar para considerar a los artistas peruanos como teloneros de sus conciertos.